No es el final. (Español)

Pr. Josías

11/6/20252 min read

De la Cueva a la Casa: Dios Transforma a los Caídos en Guerreros

Hay lugares donde la vida parece terminar… pero para Dios, esos son los lugares donde todo comienza.

Tetelestai – Vuelve a Casa nació con ese mismo propósito: tomar los espacios de ruina y convertirlos en lugares de restauración.
Creemos en el poder de Dios para levantar a quienes han perdido todo, y hacerlo con orden, compromiso y fe.
Por eso, estamos trabajando con seriedad en la adecuación de la casa, la primera etapa de este proyecto que marcará el inicio de una historia de esperanza.

En 1 Samuel 22, David huye a la cueva de Adulam. No era un palacio, sino un refugio oscuro, húmedo y olvidado.
Pero allí comenzó una de las obras más profundas de Dios.

Dice la Escritura:

“Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu; y fue hecho jefe de ellos, y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.” (1 Samuel 22:2)

Eran hombres rotos: rechazados, endeudados, cansados.
Pero en ese lugar de sombra, Dios formó un ejército.
No uno de violencia, sino de fidelidad, lealtad y fe.

La cueva se transformó en escuela; el dolor, en entrenamiento; la derrota, en propósito.
De ese grupo de quebrantados, Dios levantó los valientes de David, hombres que más tarde serían instrumentos para establecer el reino.

Así actúa el Señor: no empieza Su obra en tronos, sino en cuevas.
Allí donde nadie ve potencial, Él ve destino.
Allí donde otros ven ruina, Él ve restauración.

Hoy, Dios sigue levantando a hombres y mujeres desde sus “cuevas de Adulam”.
Personas atrapadas en adicciones, soledad o desesperanza, a quienes el mundo ya no mira, pero Cristo sigue llamando por nombre.

Eso es exactamente lo que buscamos en Tetelestai – Vuelve a Casa:
abrir un espacio donde los afligidos puedan hallar dirección, donde los endeudados del alma sean libres, y donde los amargados de espíritu sean transformados en guerreros del Reino.

Y ahora estamos en la primera etapa: adecuando la casa que Dios nos ha provisto para convertirla en un centro de restauración.
Cada ladrillo, cada reparación, cada silla y cada cama representa una historia que aún no ha comenzado… pero que Dios ya está escribiendo.

Tu apoyo no solo ayuda a construir una casa —ayuda a construir vidas.
Cada donación, sin importar el tamaño, es una semilla en el terreno donde Dios transforma cuevas en hogares y heridos en guerreros.

Vuelve a Casa, y ayuda a otros a hacerlo

Te invitamos a ser parte de este inicio.
Ora, comparte y, si está en tus manos, dona para la adecuación de la casa Tetelestai.
Nuestro compromiso es claro: hacerlo con transparencia, orden y propósito, porque sabemos que la obra de Dios merece excelencia.

“De los que estaban en la cueva, Dios hizo un ejército.
De esta casa, Dios levantará restauradores.”